domingo, 31 de agosto de 2008

Ciencia antigua y moderna según Heidegger

En la actualidad, cuando empleamos la palabra "ciencia", ésta significa algo tan esencialmente diferente de la doctrina y scientia de la Edad Media como de la "episteme" griega. La ciencia griega nunca fue exacta, porque según su esencia era imposible que lo fuera y tampoco necesitaba serlo. Por eso, carece completamente de sentido decir que la ciencia moderna es más exacta que la de la Antigüedad. Del mismo modo, tampoco se puede decir que la teoría de Galileo sobre la libre caída de los cuerpos sea verdadera y que la de Aristóteles, que dice que los cuerpos ligeros aspiran a elevarse, sea falsa, porque la concepción griega de la esencia de los cuerpos, del lugar, así como de la relación entre ambos se basa en una interpretación diferente de lo ente y, en consecuencia, determina otro modo distinto de ver y cuestionar los fenómenos naturales. A nadie se le ocurriría prentender que la literatura de Shakespeare es un progreso respecto a la de Esquilo, pero resulta que aún es mayor la imposibilidad de afirmar que la concepción moderna de lo ente es más correcta que la griega. Por eso, si queremos llegar a captar la esencia de la ciencia moderna, debemos comenzar por librarnos de la costumbre de distinguir la ciencia moderna frente a la antigua únicamente por una cuestión de grado desde la perspectiva del progreso.

Sobre conocimiento antiguo y moderno, campos de conocimiento

Sería absurdo creer que los antiguos griegos y romanos sabían más medicina, física o ingeniería que nosotros: en esto cualquier estudiante de primer año de cada una de estas tres carreras podría anular a todos los sabios de la antigüedad. Lo difícil es escribir una tragedia como Antígona (...) o pronunciar un discurso tan perfecto como cualquiera de las Catilinarias.

Riquer y Valverde, Historia de la literatura universal, II, 142.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Frase del día: Arte y moral.

Una buena obra de arte puede tener, y ciertamente tendrá, consecuencias morales, pero exigirle al artista fines morales equivale a estropearle la obra.

Goethe, Dichtung und Wahrheit, 12

miércoles, 20 de agosto de 2008

To be or not to be... Shakespeare

En el suplemento de Cultura/s de La vanguardia del pasado día de Sant Jordi (vale, he tardado cuatro meses en comentarlo...) se incluía un artículo sobre un tema que, por mucho que parezca repetido, no deja de estar de actualidad continuamente: la verdadera identidad de "Shakespeare", el inmortal autor de Hamlet o Romeo y Julieta al que Bloom define como "inventor de lo humano" (en la literatura, se entiende).

La cuestión parece estar un poco más clara, y sus hechos principales son los siguientes (extraídos del artículo mencionado más arriba, escrito por Isabel Gortázar con un estilo apreciable):

- Existe una duda razonable de que el autor de las obras atribuidas a "Shakespeare" sea realmente el William Shakespeare calvo y bigotudo que todos tenemos en mente.

- El William Shakespeare histórico se hizo rico como empresario teatral de obras a menudo anónimas y que mucho más tarde se le atribuyeron a él.

- En su testamento queda claro que no tenía ni un solo libro entre su lista de posesiones personales.

- No se le conoce formación académica alguna, y sus hijas crecieron analfabetas.

- El famoso Primer Folio, versión de la obra completa de 1623, incluye sólo 16 obras (de las 33) publicadas anteriormente a esa fecha (cosa muy extraña), y de éstas, sólo 9 habían sido atribuídas a "Shakespeare" inicialmente.

Hasta aquí, se presenta a William Shakespeare como alguien incapaz de crear, por formación, experiencia, etc. obras de tal magnitud. Más bien parece un avispado empresario que dió con un misterioso filón que se atribuyó a sí mismo...

¿Y quién es él?:

- Christopher Marlowe, autor de obras como Eduardo II y Fausto (ésta me la he leído y realmente parece de Shakespeare practicando su arte futuro) se dio por muerto, en extrañas circunstancias, en 1593. Hasta 1594 no aparece la primera obra de "Shakespeare".

- Marlowe, acusado de hereje y espía, muy culto y viajado por Europa y profesional del teatro, cumple con el perfil de "muerto por conveniencia", esto es, que le convenía desaparecer para no ser quemado en la hoguera. Como he apuntado antes, no le falta formación ni práctica para escribir como lo haría "Shakespeare" justo desde su "muerte".

Teniendo en cuenta por último que "Shakespeare" emplea 20.000 vocablos (y este es un número grandioso) con referencias a, al menos, cinco idiomas además del inglés, pregunto ¿quién es mejor candidato? (Y omito circunstancias históricas por no alargarme).

Vaya, que parece que la duda es muy razonable. Hay más información en la web del grupo que la promueve (al que curiosamente pertenece Sir Derek Jacobi): http://www.doubtaboutwill.org/

Una última reflexión (doble): Poneos en el lugar de William Shakespeare, pasando a la historia por algo que realmente no has hecho... y haced el ejercicio para Marlowe, considerado por los tiempos de los tiempos un predecesor menor del gran bardo.

Sea como sea, y esto sí que es importante, no dejéis de disfrutar una y otra vez de esas obras inigualables, cumbre de la Humanidad... sean de quien sean.

lunes, 18 de agosto de 2008

Otro principio de compensación...

En Nejliúdov, como en todos los hombres, había dos naturalezas. Una la espiritual, que sólo buscaba para sí el bien que fuese bien para sus semejantes, y la otra la animal, que sólo buscaba el bien para sí y que en aras de este bien estaba dispuesta a sacrificar el bien del mundo entero.

Resurrección
L. N. Tolstoi

(le sigo los pasos a Lord Enzi...)

jueves, 14 de agosto de 2008

Momentos Estelares de la Humanidad, de Stefan Zweig ; La Conquista de Bizancio

Bizancio ya no cuenta sino con una potencia y fuerza : sus murallas ; nada le queda de su pasada grandeza universal fuera de esta herencia de una época espléndida y feliz. Con triple coraza está cubierto el triángulo de la ciudad. (...) Como otrora se burlaban esos bloques macizos del ataque desenfrenado de las hordas bárbaras y de las bandas guerreras de los turcos, así se burlan ahora también de los instrumentos bélicos inventados hasta la fecha : impotentes, rebotan los proyectiles de las bombardas, de los falconetes y aun de los nuevos serpentines y morteros en su pared ; ninguna ciudad europea está mejor y más fuertemente protegida que Constatinopla, gracias a su muralla teodosiana.
(...)
Poco a poco, tenaz e irresistiblemente trituran y pulverizan las murallas de Bizancio, con relampagueantes mordeduras, los cañones mastodontes. Al principio, cada uno no puede disparar más de seis o siete tiros por día, pero día a día el sultán hace colocar otros nuevos, y cada impacto abre, entre nubes de polvo y escombros, nuevas brechas en las pétreas obras, que se derrumban. Es verdad que los sitiados remiendan esos agujeros de noche con empalizadas de madera, cada vez más menesterosas, y con fardos de algodón ; pero ya no es la vieja muralla invencible detrás de la que luchan y, atemorizados, piensan 8.000 hombres en la hora fatídica en qu los 150.000 guerrerosde Mahomet se abalanzarán en el ataque decisivo contra la fortaleza ya vulnerada. Es hora, la última hora, de que Europa, de que la cristiandad recuerde sus promesas ;
(...)
Los sitiados ya no se engañan. Saben que de no recibi pronta ayudano podrán resistir mucho tiempo más detrás de las murallas destruídas a cañonazos, ahora que también son atacados por el flanco débil. ¡ 8.000 hombres contra 150.000 ! Pero ¿ no prometió la Señoría de Venecia solemnemente que enviaría barcos ? ¿ Puede permanecer indiferente el Papa cuando Hagia Sophia, la más hermosa iglesia de Occidente, corre peligro de convertirse en mezquita de la infidelidad ? ¿ Aún no comprende el peligro para la cultura de Occidente la Europa confundida por la rencilla y dividida por múltiples intrigas mequinas?
(...)
Pero ya llega a galope tendido el propio emperador para impedir la invasión amenazante, y una vez más se logra empujar y hacer caer las escaleras de asalto ; firmeza está frente a extrema firmeza, y durante un suspiro parece Bizancio todavía a salvo : el máximo peligro ha vencido al asalto más furioso.
En ese instante un incidente trágico, uno de los segundos misteriosos que a veces produce la Historia en sus determinaciones impenetrables, decide, de golpe, el destino de Bizancio.
Sucede algo totalmente inverosímil. Unos cuantos turcos han penetrado por una de las muchas brechs de la muralla exterior, a poca distancia del verdadero punto de ataque. No se atreven a arremeter contra la muralla interior. Pero al errar curiosos y sin plan por el espacio entre la pimera y segunda murallas de la ciudad, descubren que una de las puertas menores de la muralla interior, la llamada Kerkaporta , ha quedado abierta por un error inexplicable. No es más que una portezuela destinada a dar paso en tiempo de paz a los peatones durante las horas en que las puertas mayores aún permanecen cerradas. Precisamente por carecer de importancia militar se olvidó su existencia en la agitación general de la última noche. (...) Primero sospechan que se trate de un ardid guerrero, pues les parece demasiado absurdo que la Kerkaporta esté abierta y permita penetrar al corazón de la ciudad, dominicalmente pacífico, mientras delante de cada brecha, cada abertura y cada puerta se amontonan miles de cadáveres y se está haciendo derroche de aceite hirviente y proyectiles. Ante la duda, llaman refuerzos, y sin encontrar resistencia en absoluto, penetra todo un destacamento en el interior de la ciudad, atacando inesperadamente por la espalda a los defensores de la muralla exterior, que nada sospechan.
(...)
Un átomo de casualidad, Kerkaporta, la puerta olvidada, ha decidido la historia del mundo.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Frase del día: Shakespeare

I understand a fury in your words
But not the words.

Shakespeare, Otelo

(Con esto no se compensa la falta de Shakespeare en la Pedantoteca hasta ahora, pero es un principio...)

lunes, 4 de agosto de 2008

Nuevo autor antiguo

Buceando en la Historia de la literatura universal de Riquer y Valverde, uno se encuentra, como ya indiqué en una entrada anterior sobre John Donne, con escritores que no ha oído nombrar jamás y que le llaman mucho la atención. Éste va dedicado a nuestro filósofo favorito, y se trata de Paul Fleming (1609-1640), que escribió unos Pensamientos sobre el tiempo (Gedanken über die Zeit), una especie de "poesía metafísica" (término aplicado a los ingleses de la época, más bien) con versos como:

Ihr lebet in der Zeit und kennt doch keine Zeit;
so wisst, ihr Menschen, nicht, von und in was ihr seid...

(Vivís en el tiempo, pero no conocéis el tiempo
así, oh hombres, no sabéis de qué sois ni en qué estáis...
)

Supongo que queda clara la razón de la dedicatoria inicial...
Por cierto, ni La central ni Laie tienen al autor en su catálogo.

viernes, 1 de agosto de 2008

El arquero (literario)

La vanguardia tiene un par de blogs literarios, Punto de lectura y El arquero. Os recomiendo el segundo, que ya nombré en una entrada anterior, la primera de Leyendas literarias. Ha publicado ahora un post sobre un tema que aquí ya tratamos: el de cómo empiezan los libros y el famoso "era de noche y sin embargo llovía". Haced click aquí para recuperar la entrada en la Pedantoteca, con sus comentarios, y aquí para la entrada del arquero.

Pues bien, resulta que Álvaro Colomer, el arquero, trata en este post del tema, aportando aún más datos que Supermanente, nuestro webinvestigador favorito. ¿Simple casualidad? Además, ha puesto la etiqueta de Leyendas literarias a algunos de sus posts ¿otra casualidad? (¿o me inspiró el nombre a mí subconscientemente?). El caso es que sería un detalle que el susodicho bloggero nos lo aclarara... (estoy seguro que es tan asiduo a la Pedantoteca como lo soy yo a su arquero). No es por nada, sólo por la satisfacción de servir de inspiración a otros... ¡ojalá cunda el ejemplo, si es el caso!