miércoles, 16 de junio de 2010

16 de junio...

¡Feliz Bloomsday!

martes, 8 de junio de 2010

Recomendación: Shakespeare por Lampedusa

Siempre me han gustado los escritos con fines educativos de buenos escritores sobre buenos o grandes escritores. Así, disfruté muchísimo con los Cursos de Nabokov, en especial el de literatura rusa (tengo pendiente el de El Quijote). Y me gustan porque, en general, se abordan desde una libertad inusual en un ensayo convencional, como si trataran de "tengo un amigo que escribe...".
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Ésa es justo la sensación al leer el librito de Lampedusa sobre Shakespeare, extracto de su lección del bardo inglés del curso que el noble siciliano preparó para un único alumno (!) sobre literatura inglesa. Lampedusa habla de Shakespeare desde la más profunda admiración, pero eso no quita que se despache con afirmaciones como "Tito Andrónico (...) como no soy ni pirata ni mujer de malvivir, digo desde ahora que es ilegible. Estoy seguro que desde los Campos Elíseos Will me da la razón". Y es que admiración no significa ceguera, ni tener que decir que sí a todo: la obra de Shakespeare, como cualquiera, tiene altibajos.
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Algunos afirmarán, con razón, que este tipo de obra no es "seria", que no bebe de las fuentes críticas respetadas. Es cierto, pero es que no se debe buscar eso cuando uno se aproxima a un libro así. Lampedusa o Nabokov muestran sus filias y sus fobias, sin tapujos, para escándalo de algunos y disfrute de casi todos. Y lo hacen desde el conocimiento profundo de lo que hablan y desde la posición de escritores... ¿se puede pedir más?
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Un par de fragmentos del libro para acabar, a añadir a la frase del día que copié hace poco:
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"Y si me dijeran que todas las obras de Shakespeare deben fenecer excepto una que eligiera yo, primero intentaría matar al monstruo que me hiciera tal proposición; luego, de no conseguirlo, intentaría suicidarme; y si tampoco pudiera lograr esto, bien, después de todo, elegiría Medida por medida."
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"Al igual que son siete las maravillas del mundo, y siete los pecados capitales, así son siete, según mi parecer, las cumbres absolutamente supremas alcanzadas por Shakespeare: Enrique IV, Hamlet, Medida por medida, Otelo, El rey Lear, Macbeth y Antonio y Cleopatra."