viernes, 28 de enero de 2011

Buenos escritores, malas personas

En El país del pasado sábado publicaron un artículo sobre la controversia ante la celebración o no del 50 aniversario de la muerte de Louis-Ferdinand Céline, que se cumple en este 2.011. La historia, resumida, es la siguiente: Céline muere en el 61; el Ministerio de Cultura francés, siguiendo el consejo de un "comité de expertos" (¿cómo puede ser que haya expertos en absolutamente todo?) incluye dicho 50 aniversario en la Selección de Celebraciones Nacionales; un abogado judío se queja y el Ministerio lo borra de la lista.
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Aquí se abren varias vías de reflexión:
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1- Viniendo del Ministerio de Cultura, ¿no se supone que se celebra la aportación del autor a la cultura, o más, a la literatura en particular?
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2- Si un "comité de expertos" lo incluye, un abogado judío se queja y un político (asustadizo, como todos) lo retira, ¿no hay alguien que ha tomado decisiones en base a intereses personales y no literarios / culturales?
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3- Hay coincidencia absoluta en la gran aportación de Céline a la literatura (junto a Proust, reina en la primera mitad del siglo XX francés). Y es más: no es en sus grandes obras donde se muestra como un antisemita, sino en panfletos penosos que escribió en los años 30. ¿Da igual lo grande que sea la obra total y lo pequeño que sea lo reprobable en comparación a ésta?
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Estos temas me sacan de quicio. Políticos que no quieren escándalos, judíos que sacan la lupa de hechos de hace 70 años y que no deben leer los periódicos para no enterarse de lo que hoy pasa en Palestina, una nula capacidad del mundo de la cultura para influir nada frente a los anteriores... Que Céline fue un tipo horrendo que se mereció todo lo malo que le pasara no se puede negar. Pero ojo: otros grandes han sido de lo peor, aunque en temas o épocas que hoy ya no nos escuecen (Baudelaire por lascivo, Nabokov por pederasta (sólo literario), Joyce por raro). Supongo que en unos decenios o siglos también Céline pasará esta barrera temporal: lo que hace sólo 50 años era un escándalo, hoy se acepta. Es como si el tiempo hiciera prescribir los delitos.
Una sociedad capaz de distinguir entre la gran obra poética y la actitud insoportable de un adolescente (Rimbaud), de no juzgar por problemas de adicciones o mentales sino por ser un absoluto maestro en varios campos literarios (Poe) o de apreciar y celebrar una gran obra literaria sin tener en cuenta que su autor fue un miserable me parece más madura. Sólo faltaba tener que leer la biografía de cada uno antes que su obra para asegurarnos de que no colaboramos a engrandecer la leyenda de un malvado.

sábado, 22 de enero de 2011

Kindleando

El volumen que ocupan mis libros me ha decidido por fin a adquirir un lector de libros electrónicos. He optado por un Kindle de Amazon que he recibido esta misma semana y con el que por el momento tengo sentimientos encontrados.


Por un lado, resuelvo al instante el problema del espacio: en un aparato cuyo tamaño y peso es parecido al de un libro de bolsillo puedo disponer de centenares de títulos. Además la nitidez de la visualización es excelente y la oferta de títulos es bastante grande (por Amazon u otras vías).

Pero soy de esas personas a las que les cuesta leer mucho rato en pantalla, y no sé si voy a poder superar este inconveniente. Desde luego no pienso dejar de comprar libros en papel: más por el placer de husmear en las librerías que por otra cosa. Buscar por palabras clave y pulsar un botón para la descarga no es precisamente una diversión comparable a pasar una hora manoseando libros polvorientos y disfrutar de la compra, todavía oliendo a la tinta fresca de imprenta o a viejo.

Eso y la imposibilidad de guardar billetes de transporte, listas de la compra y papeles diversos es lo que me hace mirar con igual admiración y recelo al impecable Kindle. Intento convencerme de que lo importante es el contenido, no el continente, pero igual resulta que Poe no da tanto miedo una vez convertido a PDF.

domingo, 16 de enero de 2011

Frase del día provocadora

"Dios es la máxima creación de la literatura fantástica. Lo que imaginaron Wells, Kafka o Poe no es nada comparado con lo que imaginó la teología."
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Jorge Luis Borges

domingo, 9 de enero de 2011

Frase del día: tributo a un maestro

"La expresión más hermosa de agradecimiento que se puede tributar a un maestro, es ir más allá que él, que es precisamente lo que hizo Platón."
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Julius Stenzel

sábado, 1 de enero de 2011

Personajes de Poe y Lovecraft

En el libro de / sobre Lovecraft comentado por Juan Antonio Molina Foix que recomendé hace unos días, encontramos:
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"Poe sobresale más en el manejo de los incidentes y atrevidos efectos narrativos que en la descripción de personajes. En general, su protagonista típico es un caballero intelectual, de una antigua y opulenta familia, atezado, apuesto, orgulloso, melancólico, sumamente sensible, caprichoso, introspectivo, solitario y a veces ligeramente loco; de ordinario está extremadamente versado en saberes extraños, y ambiciona secretamente penetrar en los secretos prohibidos del universo."
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El texto es de Lovecraft. Leyéndolo, entran ganas de responderle algo así como "pues anda que los tuyos...". O como dice el propio Molina Foix en la nota correspondiente:
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"Esta descripción podría aplicarse a muchos de los protagonistas de los relatos de HPL, sobre todo de los primeros (...). Compárese con el típico héroe lovecraftiano "hipersensible y exangüe", que "suele ser casi invariablemente un neurasténico y solitario erudito, un tanto desequilibrado y algo ridículo, con una viva imaginación pero escasa energía, desprovisto del menor sentido de la realidad y por lo general depositario de conocimientos prohibidos, que se siente continuamente espiado y a quien nadie cree ni toma en serio." [J.A. Molina Foix, en "Obstinado soñador", prólogo al primer tomo de Narrativa completa, pág. 31]"