lunes, 28 de enero de 2008

Fragmento de "Crítica de la razón práctica", Kant

"Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes, cuanto con más frecuencia y aplicación se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí. Ambas cosas no he de buscarlas ni conjeturarlas, como si estuvieran envueltas en obscuridades, en lo trascendente fuera de mi horizonte; ante mí las veo y las enlazo inmediatamente con la consciencia de mi existencia. La primera empieza en el lugar que yo ocupo en el mundo exterior sensible y ensancha la conexión en que me encuentro con magnitud incalculable de mundos sobre mundos y sistemas de sistemas, en los ilimitados tiempos de su periódico movimiento, de su comienzo y de su duración. La segunda empieza en mi invisible yo, en mi personalidad, y me expone en un mundo que tiene verdadera infinidad, pero sólo penetrable por el entendimiento y con el cual me recopnozco en una conexión universal y necesaria, no solo contingente como en aquel otro. El primer espectáculo de una innumerable multitud de mundos aniquila, por decirlo así, mi importancia como criatura animal que tiene que devolver al planeta (un mero punto en el universo) la materia con la que fue hecho, después de haber sido provisto (no se sabe cómo) por un corto tiempo de fuerza vital. El segundo, en cambio, eleva mi valor como inteligencia infinitamente por medio de mi personalidad, en la cual la ley moral me descubre una vida independiente de la animalidad y aun de todo mundo sensible, al menos en cuanto se puede inferir de la determinación conforme a un fin que recibe mi existencia por esa ley que no está limitada a condiciones y límites de esta vida, sino que va a lo infinito".

Kant, "Crítica de la razón práctica".

He aquí (y en su fundamentación en general) una superación e integración perfecta del sentimiento de la nada de las filosofías orientales con el antropocentrismo productivo y emancipatorio de la filosofía occidental. Poco más se puede decir. Qué grande era Kant.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

KEREEEEMOS MÁS!!!!

Anónimo dijo...

Y eso que no salió de Königsberg... claro que la Prusia del siglo XVIII era algo serio!! SÍ, QUEREMOS MÁS!!!