viernes, 25 de diciembre de 2009

Descartes y la filosofía

"Descartes había descubierto su método en un sueño, y sabía, como todos los discípulos de Dionisos, que la filosofía no es más que una excitación de la carne. (...) Y comprendió que el idealismo puede conducir al fanatismo, mientras que el deseo encuentra siempre su límite en el hastío."
-
Mauricio Wiesenthal, El esnobismo de las golondrinas.

sábado, 12 de diciembre de 2009

De compras

Ayer estuve de compras (de libros, de qué si no) con nuestro profesor favorito. En concreto, fuimos a La Central, posiblemente la mejor librería de la ciudad, hasta que nos echaron para cerrar. El caso es que uno no puede dejar de sorprenderse de la cantidad de libros que se editan, de los temas más diversos, de todo tipo de autor, formato... Llega a avasallar. ¿Cómo elegir entre tanto?
-
O va uno a buscar algo en concreto (al menos limitar a temas determinados) o acaba adquiriendo por sentirse avasallado obras que no hubiera previsto. Joan toma con naturalidad las dos posturas. Yo, ayer, me salí por el camino del medio... y de vacío.

martes, 3 de noviembre de 2009

Grandes novedades de no ficción

Comentaba con Bartlobio el pasado miércoles qué lista de ventas tan apetitosa, en el apartado de no ficción, aparecía en La Vanguardia. Es inevitable que aparezca, en dicha lista, algún libro de autoayuda o de divulgación de escasas pretensiones, pero en este caso lo compensaban varios de primer nivel. Lo cierto es que no pude resistirme, ayer mismo, de acercarme a nuestra venerada Central (¡bendita nueva oficina que me cae a manzana y media!) y adquirir los dos que me parecieron más interesantes, que son:
-
- Los mecanismos de la ficción, James Wood
-
e
-
- Introducció a la Ilíada, de Jaume Pòrtulas
-
Los títulos son casi autoexplicativos, y, como podéis imaginar, aún no he tenido ocasión de leerlos, por lo que me voy a ahorrar comentarios de cada uno. Para los que tengáis curiosidad, acercaos a cualquier librería (buena) o buscad las reseñas correspondientes en los links de esta Pedantoteca.
-
Sólo, pues, un par de notas, comunes a ambos: la primera, que se trata de ensayos sobre literatura, centrados en obras del canon de cualquier lector verdadero. Especialmente el que nos aproxima a la Ilíada no es nada previsible que se convierta en un éxito de ventas (¿le ayuda o perjudica estar en catalán?), con sus 575 páginas, por muy Premi nacional de literatura 2009 que sea (¿alguien recuerda el de cualquier año anterior?).
-
La segunda viene referida a la pesada manía de poner subtítulo/s a este tipo de obras. En la de Wood se puede leer
-
Los mecanismos de la ficción
Cómo se construye una novela
Un libro que cambiará nuestra manera de leer
-
Entiendo que un subtítulo pueda ayudar a definir o guiar sobre el contenido de un libro, especialmente de un ensayo, pero este caso me parece una exageración.
-
Pero son sólo detalles. Los dos pintan muy muy bien, especialmente el de nuestro catedrático, editado también en edición de tapa dura de Bernat Metge. Lo dicho, una grata sorpresa que espero se mantenga en el Cultura/s de mañana.

domingo, 25 de octubre de 2009

Frase del día: una gran verdad de Camus

"La vida es un largo rodeo para volver a las tres o cuatro verdades sencillas que se abrieron ya en la infancia en nuestro corazón."
-
Albert Camus

viernes, 2 de octubre de 2009

Proust: carrera de fondo con premio

Hace unos días, mi hermano me confesó que ha empezado, por lo menos por tercera vez, a leer En busca del tiempo perdido. Le animé a seguir hasta el final, aunque estoy seguro de que la media de intentos no baja de cinco (esto es, sin que ninguno tenga por qué ser el bueno...).
-
Como ya dije una vez, Proust no es fácil. Ese estilo de frase larga y con frecuencia pomposa, ese análisis hasta la médula de los sentimientos con obsesión de naturalista, esa aparente falta de evolución (especialmente a nivel de acción), total, ese "no pasa nada y no habla de nada" echa para atrá al más pintado. Tened en cuenta que hablamos de unas 4.000 páginas en 7 volúmenes. Y que no hay quien sepa responder de forma completamente satisfactoria a la pregunta (tan manida como innecesaria, por otra parte) de "¿y de qué va?".
-
Yo no voy a intentar explicar de qué va. Porque no importa. Porque es la lectura en sí, íntima, de cada larga frase lo que cuenta. Por eso Proust no explica una historia. Por eso no hay un final al uso. Uno va discretamente avanzando por las páginas, como por un museo, sin ruido, disfrutando de unas partes más que de otras, teniendo revelaciones y ratos de aburrimiento, descansando un rato si hace falta. Y se llega al final de la obra / museo y no hay fuegos artificiales ni boda, hay una indicación de fin / salida, que te devuelve al mundo real como un ser humano mejor, y es que por el camino has aprendido y aprehendido de un Maestro, casi sin darte cuenta. Lo dicho, como el que se pasea por el Louvre o la National Gallery. Casi nada. Y sin caminar tanto ni aguantar turistas plastas. ¡Ánimo, pues, a Bartlobio y a todos los que se atrevan!

sábado, 12 de septiembre de 2009

Lecturas de temporada

Siempre me ha sorprendido que, especialmente en verano, se hagan recomendaciones "de temporada", típicamente tituladas "Lecturas de verano" o similares. En éstas se incluyen alguna lectura clásica y los éxitos de la temporada, supongo que en un intento de llegar al máximo de lectores posible. También cae seguro alguna de aventuras, viajes, etc.
-
Y me sorprende porque me hace cuestionarme si realmente hay épocas del año más adecuadas para ciertas obras que otras. ¿Se puede leer Casa desolada a pleno sol? ¿Se entiende menos Macondo leído bajo cero? Desde luego que sí y no; es más ¿no convierte un entorno adverso en un ejercicio de mayor evasión la lectura? Pues eso, que habrá que leer a Dickens en vacaciones y a García Márquez en Navidad. A otros, siempre.

jueves, 13 de agosto de 2009

El tiempo, juez implacable

Ya he comentado alguna vez que tengo por costumbre no leer a autores que aún se cuenten entre nosotros. Según algunos, me pierdo buenas lecturas por culpa de esta actitud, aunque hago excepciones, contadísimas, por ejemplo con García Márquez. Lo cierto es que no me puedo quejar, no leer al Larsson dichoso me ahorra un buen número de conversaciones insípidas, y, más importante todavía, soy yo el que elijo mis lecturas, y no el jurado del Planeta o la lista del día del libro.
-
Tengo una razón poderosa que me justifica: el tiempo corre a favor de la calidad. Así, dejando que actúe, le llega a uno un filtro de lo publicado, una selección más allá de modas pasajeras y campañas promocionales, recomendaciones interesadas según la ley del quid pro quo, etc. Todo esto plantea un desafío: ¿cómo saber qué autores de hoy serán leídos en un par de siglos? Eso si es que en un par de siglos alguien leerá...

martes, 28 de julio de 2009

El diario de Darwin

En su "Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo" (de lectura más ameno que el decisivo "El origen de las especies"), Charles Darwin ofrece reflexiones como ésta, cuando aún en las primeras semanas de su viaje visita la pequeña isla de San Pablo, perdida en medio del Atlántico, a medio camino entre Brasil y la costa africana:

"La lista siguiente comprende, según creo, toda la fauna terrestre: una mosca (Olfersia) que vive en la Sula [ave parecida al pelícano], y una garrapata que como parásito de las aves ha debido de llegar a este sitio; una mariposita parda, perteneciente a un género que halla su alimento en las plumas; un escarabajo (Quedius) y una cochinilla que se cría debajo de los excrementos, y por último, numerosas arañas, que supongo viven a expensas de los acompañants y basureros de las aves. La tan decantada historia de la elegante palmera y otras magníficas plantas tropicales, seguidas de las aves y, por último, del hombre, en el proceso de tomar posesión de las islitas de coral recién formadas en el Pacífico, no es probablemente correcta. Mucho recelo que la poesía de tal historia venga a ser destruida por la comprobación de que los primeros habitantes de las islas oceánicas recién formadas sean en realidad los insectos parásitos y arañas que viven en el plumaje y los excrementos de las aves".

Darwin, de quien se cumplen el 200º aniversario de su nacimiento y el 150º de la publicación de su magna obra, realiza obervaciones cuidadosas a lo largo de un viaje de 5 años en el que toma miles de muestras de animales, plantas y rocas. Tras décadas de estudios, experimentos y reflexiones nacería la teoría que vendría a explicar, más que el origen de las especies (título equívoco), su evolución.
O mejor dicho, que vendría a explicarlo "probablemente", tal como de manera modesta califica Darwin su observación en la isla de San Pablo. Esto es Ciencia, y por tanto sujetao al debate de los hechos, que no de las opiniones.

domingo, 26 de julio de 2009

Poema LXI del Canzoniere de Petrarca

Bendito sea el día, el mes, y el año,
y la estación, la hora, y el instante,
y el país, y el lugar donde fui preso
de los dos bellos ojos que me ataron;
-
y bendito el afán dulce primero
que al ser unido con Amor obtuve,
y el arco, y las saetas que me hirieron,
y las llagas que van hasta mi pecho.
-
Benditas cuantas voces esparciera
al pronunciar el nombre de mi dueño,
y el llanto, y los suspiros, y el deseo;
-
y sean benditos los escritos todos
con que fama le doy, y el pensar mío,
que pertenece a ella, y no a otra alguna.

sábado, 18 de julio de 2009

Cortázar: fantasía y realidad

"(...) Después tuve que ir a Rosario por un congreso de abogados donde no se hizo otra cosa que aplaudirse unos a otros y beber como locos (...)"
Este fragmento de un cuento del Bestiario de Cortázar es un ejemplo perfecto de cómo, un maestro de lo fantástico como él, atinaba a incluir algún mordisco de realidad realmente certero. Todo el que haya estado en algún congreso profesional sabe de qué habla.
Cortázar es realmente recomendable para todos los que aún tengan la imaginación viva y no se conformen con lecturas mentalmente trituradas para fácil digestión. Uno lee sus cuentos y entiende que en castellano sólo haya una traducción ("la" traducción) de los relatos de Poe. Aunque son autores diferentes, claro; como es habitual, el más moderno ha bebido del otro, en este caso para hacerse más refinado. Si Poe provoca un terror más primigenio (en la línea que seguirá Lovecraft, que además añadirá todo un zoo de los horrores), Cortázar parece hablarnos desde el piso de al lado, con situaciones más cotidianas, aparentemente, en las que lo fantástico irrumpe como tranquilamente. Como recoge la contraportada de mi ejemplar, "Sus relatos nos desazonan porque (...) se nos quedan mirando, como si esperaran algo de nosotros."

viernes, 19 de junio de 2009

Frase del día: sobre la utilidad de la filosofía

¿De qué te sirve estudiar filosofía, si todo lo que sacas de ello es poder hablar con cierta plausibilidad acerca de abstrusas cuestiones de lógica y demás, sin mejorar con ello tu modo de pensar sobre las cuestiones importantes de la vida cotidiana?
Ludwig Wittgenstein, en una carta a un amigo

martes, 16 de junio de 2009

Aristóteles, un maestro aburrido

Ya comenté hace algún tiempo que nuestro profesor favorito me había hecho una lista de obras fundamentales de filosofía, que ha de servirme para entrar (por la puerta grande) en esa disciplina que nadie, pobre víctima de sucesivos nefastos sistemas educativos, me enseñó.

Dicha lista, como no podía ser de otra manera, empieza con Platón y su República. Más allá de las ideas políticas que contenga la obra, no deja de ser una lectura placentera, fácil en el buen sentido de la palabra. Animado por esta experiencia, pasé al segundo autor de la lista con entusiasmo. Allí me esperaba Aristóteles, con dos obras fundamentales en nuestra historia: Física y Ética Eudemia. Pero el alumno se separa del maestro...

Leer a Aristóteles me ha hecho recordar las peores épocas de estudio, aquellas en las que pasas hoja tras hoja sin entusiasmo, casi mecánicamente. Seguro que influye en tan poca fluidez el que lo que nos ha llegado de Aristóteles no fue escrito pensando en su publicación, sino que más bien son apuntes tomados de sus clases en el Liceo. Y es que parece justo eso: apuntes de clases, nada de la literatura, del ritmo, de la pasión que destila Platón. Realmente su corpus se hace un hueso duro... Ahora entiendo porqué gustaba tanto al cristianismo medieval, donde todo estaba tan ordenado, tan cuadriculado.

En definitiva, e insisto que hablo desde un punto de vista puramente literario, sólo su Poética me parece digerible, a lo mejor porque precisamente por tratar de literatura nos da un respiro. Por lo demás, un maestro completo (trata de todos los temas) pero muy poco agradecido de leer. Y no se trata de que no lo haga fácil, nada peor que algo complicado que intenta ser explicado de forma sencilla (véase la divulgación), sino de que lo hace tan pesado que a uno le cuesta seguir. En fin, que todo requiere un esfuerzo, y si es del estagirita, más.

lunes, 18 de mayo de 2009

Safo

Igual a un dios se me aparece el hombre
aquel que está sentado frente a ti,
y de cerca te escucha atento mientras hablas
con dulzura y sonríes
cautivadora, lo que a mí, en verdad,
me ha revuelto en el pecho el corazón.
Un instante te miro y ya no puedo
decir nada; al contrario,
se ha quebrado mi lengua, y en seguida
un fuego delicado corre bajo mi piel;
a través de mis ojos nada veo
y los oídos me zumban;
me envuelve un sudor frío y un temblor
me atrapa toda entera; estoy más pálida
que la hierba, y ya siento que me queda
poco para la muerte.

Safo, fragmento 31
+
Estamos ante el, posiblemente, poema más famoso de toda la literatura griega. Realmente es una lástima que sólo se conserven fragmentos de la poetisa más importante de la Antigüedad, por desgracia más conocida por falsas leyendas que por su obra. Safo vivió en los siglos VII-VI a.C., poco después de Homero y siglos antes de las grandes tragedias.
l
Su obra destila una resignación y una exaltación de los sentidos que, como no podía ser de otra forma, triunfaron entre los románticos, que la hicieron revivir. Leopardi le dedica el IX de sus Cantos, titulado "Último canto de Safo". Baudelaire hace aparecer su patria entre Las flores del mal, con su personal estilo.
l
Leer a Safo hoy es sumergirse en sentimientos Humanos, esto es, eternos, que emanan desde nuestro pasado común, recordándonos lo que somos. Ni más ni menos...
s
(Para una introducción general a Safo, recomiendo La literatura griega y su tradición, de Pilar Hualde y Manuel Sanz (eds.), regalo de mi último Sant Jordi. También Lesky ayuda. Todos los fragmentos conservados de Safo se encuentran en la edición de Hiperión).

sábado, 25 de abril de 2009

Semper eadem, de Charles Baudelaire

Decís: "¿De dónde os viene esa tristeza extraña
que asciende como el mar sobre la negra roca?"
Después que vendimió el corazón
un horror es la vida. Es un secreto a voces,
-
es una pena simple que no encierra misterio
y, como vuestra dicha, visible para todos.
Cesad, pues, de buscar, ¡oh mi bella curiosa!
Es dulce vuestra voz, mas, por favor, ¡callaos!
-
¡Callaos, ignorante! Alma siempre incendiada,
boca de infantil risa. Más aún que la Vida,
nos enlaza la Muerte con sus hilos sutiles.
-
Dejad que mi alma entera de mentira se embriague,
que se hunda en vuestros ojos como en un bello sueño,
y de vuestras pestañas que dormite a la sombra.

miércoles, 15 de abril de 2009

Leer y no sólo pasar páginas

Siempre me ha causado admiración la capacidad de sacar de los textos o autores, en ocasiones de algunos muy revisados, nuevas lecturas, enfoques diferentes a los que la mayoría, pobres pasapáginas, llegamos a vislumbrar. Disfruté de un ejemplo aplastante ayer mismo, leyendo el magnífico ensayo de Erich Auerbach sobre Dante que publicó hace poco Acantilado. Dice el profesor:
"(...) la dialéctica del sentimiento en Dante muestra (...) el regreso a las verdaderas fuentes de la retórica antigua y, por consiguiente, la vuelta a la cultura helénica. Pues aunque Dante no sabía griego y tenía una idea muy vaga de Homero y absolutamente ninguna de los trágicos, (...) no obstante él es el verdadero heredero de la cultura helénica más noble, (...) sus frases son las primeras que contienen un mundo y son sencillas como salidas de una cartilla escolar, que expresan un sentimiento muy profundo y son claras como un pensamiento, que amenazan con hacer estallar el corazón y se mueven con rigurosa calma; pero, por encima de todo, son las primeras en las que la retórica no ahoga lo real sino que le da forma y lo fija."
De acuerdo, de un erudito como Auerbach, que ha dedicado su vida a esto, se puede esperar que llegue a este tipo de reflexiones. Otros casos no son tan previsibles, como el de Nietzsche tras leer el sagrado (sobre todo para los alemanes) Fausto de Goethe. El filósofo afirmó a un amigo no entender el libro (desde un punto de vista puramente literario, añadiría), y es que Fausto, a pesar de poseer todo el conocimiento, etc. se había comportado "como cualquiera, enamorándose de una hilandera". No todos hemos caído en eso...
Otro ejemplo, del que desconozco el autor, es la reflexión que una vez me llegó sobre Las amistades peligrosas, de Choderlos de Laclos. Afirmaba que el único personaje del libro que había sido realmente feliz era la Presidenta Tourvel (Michelle Pfeiffer en la adaptación de Frears), a pesar de toda su desgracia, pues era la única que realmente había amado sin trampa. La moral del libro hace que todo seductor acabe castigado, pero de ahí a pensar en que ella ha sido la única que ha disfrutado del amor, hay mucho.
No quiero entrar en aspectos más técnicos (la estructura "arácnida" de la Cartuja, Cien años de soledad como espiral, etc.), que dan para libros enteros. Sólo querría invitaros a pensar en aquéllos que cualquiera, a priori, puede descubrir con una lectura atenta. Y es que leer es mucho más que pasar páginas...

domingo, 5 de abril de 2009

Frase del día: Céline

Os lo digo, infelices, jodidos de la vida, vencidos, desollados, siempre empapados de sudor; os lo advierto: cuando los grandes de este mundo empiezan a amaros es porque van a convertiros en carne de cañón.

Viaje al fin de la noche, Louis-Ferdinand Céline

sábado, 21 de marzo de 2009

Frase del día: de poesía y filosofía

Los grandes poetas son metafísicos fracasados.
Los grandes filósofos son poetas que creen en la realidad de sus poemas.

Antonio Machado

martes, 17 de marzo de 2009

El cumpleaños...

Era aquel día el cumpleaños de la infanta. Cumplía los doce años, y el sol brillaba con esplendor en los jardines del palacio.
Aunque realmente era princesa y era la infanta de España, sólo tenía un cumpleaños cada año, exactamente como los hijos de la gente muy pobre; así, era cosa de grande importancia para todo el país que la infanta tuviera un gran día en tales ocasiones. Y aquel día era magnífico en verdad. Los altos y rayados tulipanes se erguían sobre los tallos, como en largo desfile militar, y miraban, retadores, a las rosas, diciéndoles: «Somos tan espléndidos como vosotras.» Las mariposas purpúreas revoloteaban, llenas de polvo de oro las alas, visitando a las flores una por una; los lagartos salían de entre las grietas del muro y se calentaban al sol; las granadas se cuarteaban y entreabrían con el calor, y se veía sangrante su corazón rojo. Hasta los pálidos lines amarillos, que colgaban en profusión de las carcomidas espalderas, y a lo largo de las arcadas oscuras, parecían haber robado mayor viveza de color a la maravillosa luz solar, y las magnolias abrían sus grandes flores, semejantes a globos de marfil, y llenaban el aire de dulce aroma enervante.

El cumpleaños de la infanta
Oscar Wilde

sábado, 14 de marzo de 2009

Libros que marcan una vida

Todos tenemos nuestras manías, y una de las mías ha sido anotar, desde 1.991, los libros que leía. Como en casi todo, no he sido muy estricto, y echo alguno de menos, pero es suficientemente representativa para la intención de esta entrada, que es reflexionar sobre las siguientes preguntas: ¿pueden las lecturas recrear el sendero seguido en la vida? Y si es así ¿qué fue primero, los cambios producidos en la persona le llevaron a esos libros o al revés, las lecturas nos van haciendo cambiar? Muy a gusto de Joan, no pienso dar respuestas. Sólo reflexionar a partir de mi lista.
j
Ésta empieza, durante mis años de bachillerato, con dos protagonistas: J.R.R. Tolkien y H.P. Lovecraft. Al primero me llevó el rol, ocupación principal en aquella época, y al segundo... también el rol. A veces uno se torna lector por las causas más insospechadas, y es que yo, hasta entonces, sólo leía lo obligatorio en clase (Zalacaín, el Lazarillo, las Leyendas de Bécquer...) y de mala gana (bueno, exceptuando los comics, que han sido nuestra verdadera lanzadera, según Joan). Total, que en mi época pre-universitaria los elfos, enanos y todo el círculo Cthulhiano coparon mis lecturas.
f
Empezar la universidad y leer de nuevo muy poco fue todo uno, y es que el tiempo disponible... ya se sabe. Me rescataron dos autores: Edgar Allan Poe y, sobre todo, Stendhal. Fue Joan, a través de Rubén para ser justos, el que me habló del narrador ante el Altísimo. Leí La cartuja de Parma y descubrí que la literatura era más que distracción, que era una aproximación diferente a la experiencia vital, por ponernos un poco místicos. A partir de ahí, los libros han formado realmente parte de mi vida, y tengo muchos recuerdos ligados a alguno en concreto. Recuerdo noches de verano leyendo a Rimbaud bajo el cielo en Can Xinxa, descubriendo que no era el primer rebelde al leer el Retrato del artista adolescente de Joyce, descubrir con Shakespeare lo que era el teatro, la poesía y la verdad en uno, que la amargura es infinita con Céline, que las pasiones también lo son con Nabokov y su Ada o el ardor... así hasta llegar a Proust.
l
Marcel Proust merece un punto y aparte en esta bibliobiografía. Superfucker comentaba en una entrada hace tiempo que siempre nombraba a Proust entre los Grandes, que debía ser bueno, que nunca transcribía nada suyo a esta Pedantoteca. Es difícil explicar porqué te gusta Proust, y más difícil elegir algún fragmento de su monumental En busca del tiempo perdido, 4.000 páginas en mi edición que devoré en año y medio. Uno tiene que empezar Proust sin pretensiones, y él le llevará de la mano hasta el final o le abandonará en pocas páginas. No hay posiciones intermedias.

Desde entonces, aún ha habido más descubrimientos intensos, algunos ligados a momentos únicos: Thomas Mann en la soledad, Hesse cruzando el Atlántico, Stefan Zweig, García Márquez, Baudelaire, Kavafis, Holderlin siempre guiando, Un marido ideal el día de mi boda (seguro que Wilde se sonrío desde algún sitio)... hasta que un día me pregunté ¿y de dónde viene todo esto? ... y aparecieron los Antiguos: Homero, las tragedias, Dante, Petrarca en poesía, la filosofía encabezada por Platón (el único que, como literatura, disfruto realmente). Todo liga ( o casi) con ensayos como Mimesis, o con la Historia de Riquer y Valverde.

Volvamos a las preguntas iniciales: se puede recrear la vida a partir de esta lista, aunque sólo uno mismo pueda hacerlo. Ésa es la verdad. Para los que leáis esto, no debe tener mucho sentido, es imposible recrear nada desde aquí. Para la segunda pregunta no tengo ninguna respuesta: ¿cómo saber si he llegado a estos libros o ellos me han elegido? En cualquier caso, bienvenido sean éstos y los que les sigan.

domingo, 1 de marzo de 2009

Fragmento de "Todo fluye", de Vasili Grossman

Y ahí estoy, acostado en la litera, medio muerto, y siento que en mí sólo queda viva mi fe: la historia de los hombres es la historia de la libertad, de la más pequeña a la más grande; la historia de toda la vida, desde la ameba hasta el género humano, es la historia de la libertad, es el paso de una libertad menor a otra libertad mayor; que la vida en sí misma es libertad. Esa fe me da fuerzas, palpo la preciosa, espléndida, luminosa idea escondida en mis andrajos carcelarios: "Todo lo que es inhumano es absurdo e inútil".
Y Alekséi Samóilovich me escucha a mí, medio muerto, y me dice:
-La tuya es una mentira confortante; la historia de la vida no es más que una historia de invencible violencia, eterna e indestructible, que se transforma pero no desaparece ni disminuye. La palabra "historia" es una invención de los hombres: la historia no existe, la historia es como moler agua en un mortero, el hombre no evoluciona de lo ínfimo a lo supremo, el hombre está inmóvil como un bloque de granito; su bondad, su inteligencia, su libertad son inamovibles; lo humano no crece en el hombre. ¿Qué clase de historia es la del hombre si su bondad no puede crecer?

viernes, 20 de febrero de 2009

Frase del día: Quevedo, justicia y razón

Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.

Francisco de Quevedo

domingo, 15 de febrero de 2009

Poema de Kavafis

Contemplé tanto la belleza,
que mi visión le pertenece.
-
Líneas del cuerpo. Labios rojos. Sensuales miembros.
Cabellos como copiados de las estatuas griegas;
hermosos siempre, incluso despeinados.
y caídos apenas, sobre la blancas sienes.
Rostros del amor, tal como los deseaba
mi poesía... en mis noches juveniles,
en mis noches ocultas, encontradas...

(1.917)

sábado, 7 de febrero de 2009

Fragmento final de "Los muertos" de James Joyce

Este mismo sólido mundo en el que ellos se criaron y vivieron se desmorona y se disuelve. Cae la nieve. Cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Faurey yace enterrado. Cae lánguidamente en todo el Universo y lánguidamente cae, como en el descenso de su último final, sobre todos los vivos y los muertos.

sábado, 24 de enero de 2009

Dos siglos d. P.

Como bien me recordaba Bartlobio hace unos días, este año se conmemora el 200 aniversario del nacimiento del primer gran autor del lado oscuro del alma humana: Edgar Allan Poe, por lo que la Pedantoteca tiene una cuenta pendiente mientras no lo recuerde como se merece.

Como todos los periódicos (serios) vienen llenos de textos al respecto (Savater en El país, por nombrar uno), no voy a explicar aquí su vida atormentada de triste final o que fue el inventor del cuento de fantasía moderno y del relato detectivesco (¡olvidaos de Sherlock!). Ni siquiera voy a repetir que el gran Baudelaire fue su introductor en Europa, o que los Lovecraft, Bierce y compañía siguen su estela, engrandeciendo el mito, nunca superándolo.

Así, prefiero centrar esta entrada-homenaje en la parte de su obra de la que él mismo se sentía más orgulloso: la poesía. Efectivamente, por encima de todo lo demás, y aunque os cueste creerlo, Poe fue un excepcional poeta. ¿Por qué, entoces, se habla tanto de sus cuentos y tan poco de su poesía? Yo creo que por dos razones principales: porque su poesía no ha tenido la continuidad de autores/seguidores/imitadores de sus cuentos y porque es menos accesible para el gran público. No es una poesía fácil: Poe emplea un vocabulario amplísimo en un inglés intencionadamente anticuado, y los temas son a menudo fantasiosos, con lo que el lector se siente algo perdido (es lo que pasa con el movimiento romántico menos realista, en general, como algún Shelley). Aun así, gozó de popularidad en su tiempo, especialmente a partir de The bells, un poema que es pura música (de campanas, se entiende). Hoy recordamos principalmente The raven, el famoso cuervo que se ha convertido en parte de su imagen.

[El cuervo me ha hecho pensar en otra faceta menos conocida de Poe: el ensayo. Es muy recomendable The philosophy of composition, donde Poe explica, entre ideas más generales, paso a paso la composición de El cuervo. ¡Es un lujo leerlo! ¿Os imagináis a Flaubert exponiendo la estructura de Bovary? Pues algo así es lo que ofrece este texto. En español lo ha editado Langre, en su colección Bilingües de base, que no tiene desperdicio, junto a otro ensayo, más general: The poetic principle.]
-
Si queréis redescubrir a Poe como poeta, o disfrutar de su relectura, os recomiendo la edición de Hiperión, bilingüe y con todos los poemas, a cargo de María Condor y Gustavo Falaquera. Pondré alguna muestra en breve.

Para acabar, un par de links a los que vale la pena echar una ojeada:

- La entrada de El arquero, blogger de La vanguardia, sobre el misterioso visitante anual de la tumba de Poe. Os la copio aquí.

- Las tiras de El joven Lovecraft, que ya introdujo Gizmo en la Pedantoteca en su día, donde encontraréis situaciones como ésta:


Bueno, se trataba de relajar un poco el tema para acabar... tenéis todas las tiras aquí. Ahora igual Superfucker quiere comentar algo de las pelis serie B que se han hecho de los cuentos, que son innumerables. Y es que la sombra de Poe ha sido, y sigue siendo, muy alargada...

jueves, 15 de enero de 2009

Intelectuales

Estoy devorando un libro que se llama precisamente así, "Intelectuales", sin más. Escrito por Paul Johnson, quien se dedica a despellejar, aunque de forma elegante y documentada, a una docena de intelectuales. Es una obra provocadora que desmitifica, cuando no echa por tierra de manera inmisericorde, a figuras tan reconocidas de la literatura y el pensamiento como Tolstoi, Ibsen, Brecht, Marx o Rousseau.

Algunas perlas:

Sobre Brecht: "He intentado encontrar algo positivo que decir de Brecht. Pero al margen del hecho de que siempre trabajó de forma incansable, no he hallado nada más"

Sobre Tolstoi: "Al igual que Marx, tenía una visión defectuosa de la Historia. Conocía muy poco la Historia y no tenía ni idea de cómo llegan a producirse los grandes acontecimientos"

El leitmotiv de la obra es que un egoísmo ilimitado es un rasgo común a muchos intelectuales. ¿Será verdad? Lo cierto es que estoy disfrutando esta demolición en serie.

miércoles, 14 de enero de 2009

Shakespeare en un fragmento que no podía faltar

Ser o no ser: ésta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante Fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con ellas, acabarlas: morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son esencia de la carne. Ésa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, quizá soñar: sí, ahí está el tropiezo, pues tiene que preocuparnos qué sueños podrán llegar en ese sueño de muerte, cuando nos hayamos desenredado de este embrollo mortal. Ésa es la consideración que da tan larga vida a la calamidad: pues ¿quién soportaría los latigazos y los insultos del tiempo, el agravio del opresor, la burla del orgulloso, los espasmos del amor despreciado, la tardanza de la justicia, la insolencia de los que mandan, y las patadas que recibe de los indignos el mérito paciente, si él mismo pudiera extender su documento liberatorio con un simple puñal? ¿Quién aguantaría cargas, gruñendo y sudando bajo una vida fatigosa, si no temiera algo después de la muerte, el país sin descubrir, de cuyos confines no vuelve ningún viajero, que desconcierta la voluntad, y nos hace soportar los males que tenemos mejor que volar a otros que no sabemos? Así, la conciencia nos hace cobardes a todos, y el colorido natural de la resolución queda debilitado por la pálida cobertura de la preocupación, y las empresas de gran profundidad y empuje desvían sus corrientes con esta consideración y pierden el nombre de acción... ¡Cállate ahora! ¿La hermosa Ofelia? Ninfa, que en tus oraciones sean recordados todos mis pecados.
-
Hamlet, acto tercero, escena primera. (Traducción: José María Valverde)

jueves, 8 de enero de 2009

Elementos de Euclides

1. Un punto es lo que no tiene partes.
2. Un línea es una longitud sin anchura.
3. Los extremos de una línea son puntos.
4. Una línea recta es aquella que yace por igual respecto de los puntos que están en ella.
5. Una superficie es aquello que sólo tiene longitud y anchura.
6. Los extremos de una superficie son líneas.
7. Una superficie plana es aquella superficie que yace por igual respecto de las líneas que están en ella.
8. Un ángulo plano es la inclinación mutua de dos líneas que se encuentran una a otra en un plano y no están en línea recta.
9. Cuando las líneas que comprenden el ángulo son rectas, el ángulo se llama rectilíneo.
10. Cuando una línea recta que está sobre otra hace que los ángulos adyacentes sean iguales, cada uno de los ángulos es recto, y la recta que está sobre la otra se llama perpendicular a la otra recta.
11. Un ángulo obtuso es un ángulo mayor que un ángulo recto.
12. Un ángulo agudo es un ángulo menor que un ángulo recto.
13. Un límite es lo que es extremo de algo.
14. Una figura es aquello que está contenido por cualquier límite o límites.
15. Un círculo es una figura plana comprendida por una sola línea (llamada circunferencia) de tal modo que todas las rectas dibujadas que caen sobre ella desde un punto de los que están dentro de la figura son iguales entre sí.
16. Y el punto se llama centro del círculo.
17. Un diámetro de un círculo es una recta cualquiera que pasa por el centro y que acaba en ambas direcciones en la circunferencia del círculo; esta línea recta también divide el círculo en dos partes iguales.
18. Un semicírculo es la figura comprendida entre el diámetro y la circunferencia cortada por él. El centro del semicírculo es el mismo que el del círculo.
19. Figuras rectilíneas son aquellas que están comprendidas por líneas rectas, triláteras las comprendidas por tres, cuadriláteras les comprendidas por cuatro y multiláteras les comprendidas por más de cuatro líneas rectas.
20. De los triángulos, el equilátero es el que tiene los tres lados iguales; isósceles el que tiene dos lados iguales y uno de desigual; y escaleno el que tiene los tres lados desiguales.
21. De los triángulos, triángulo rectángulo es el que tiene un ángulo recto, obtusángulo el que tiene un ángulo obtuso y acutángulo el que tiene los tres ángulos agudos.
22. De los cuadriláteros, cuadrado es el que tiene los lados iguales y los ángulos rectos; rectángulo el que es rectangular pero no equilátero; rombo el que es equilátero, pero no tiene los ángulos rectos; y romboide el que tiene los lados y los ángulos opuestos iguales, pero ni es equilátero ni tiene los ángulos rectos. Los otros cuadriláteros se llaman trapecios.
23. Rectas paralelas son aquellas que, estando en un mismo plano y siendo prolongadas indefinidamente en ambos sentidos, no se encuentran una a otra en ninguno de ellos.
Definiciones Libro I
Elementos de Euclides

domingo, 4 de enero de 2009

Heidegger y los relojes: ¡Joan ha vuelto!

Como muchos ya sabréis, se acaba de publicar el segundo libro de Joan, nuestro profe favorito, con el título de Heidegger y los relojes. Se trata de una generosa ampliación, esta vez en castellano, de su anterior trabajo, del que podéis encontrar la correspondiente reseña pedantotera aquí.

Antes de nada, la ficha técnica de Laie (http://www.laie.es/):
-
editorial: ENCUENTRO EDICIONES
lugar de edición: MADRID
año de edición: 2008
número edición: 1
formato: RÚSTICA
páginas: 328
ISBN: 978-84-7490-911-1
precio:24,00 €
(Por cierto, ya les vale a los de Laie, que han puesto en la cabecera de la ficha a José González como autor...).

El libro está mucho mejor editado que el anterior, incluyendo foto de nuestro autor con su mejor aspecto de sabio irreverente, incluye una presentación del profesor Pereña, al que tuve el placer de conocer personalmente, y hasta una contrasolapa de aquellas que animan a la adquisición:
"En Heidegger y los relojes, Joan González mantiene una discusión crítica con la crítica que la filosofía del siglo XX ha mantenido respecto al tiempo cronométrico. Centrándose en el pensamiento heideggeriano sobre la medida del tiempo, y dentro de una vocación fenomenológico-hermenéutica, el libro descubre un territorio filosóficamente inexplorado: el análisis fenomenológico de la medida del tiempo mediante calendarios y relojes."

Pues eso. No intentaré yo ahora explicar de qué va.
-
Para adquirirlo, puede el interesado dirigirse a los lugares habituales: Laie, La Central (ojo que ésta lo ponía el pasado sábado entre los recomendados del apartado de filosofía, y sólo quedaban DOS ejemplares de la pila inicial a la venta), etc.

En resumen, que tenemos más Joan y mejor editado. Ahora toca disfrutar de su lectura y del lujo que supone tener al autor a mano para marearlo con las dudas que nos surjan durante la misma. Como siempre, y siguiendo su espíritu generoso, Joan no nos dejará éstas sin contestar.
-


Para acabar, señalaros que algunos medios ya se han hecho eco de la novedad. Como muestra, la entrevista al autor en la Cope aquí.