sábado, 7 de febrero de 2009

Fragmento final de "Los muertos" de James Joyce

Este mismo sólido mundo en el que ellos se criaron y vivieron se desmorona y se disuelve. Cae la nieve. Cae sobre ese solitario cementerio en el que Michael Faurey yace enterrado. Cae lánguidamente en todo el Universo y lánguidamente cae, como en el descenso de su último final, sobre todos los vivos y los muertos.

4 comentarios:

Lord Enzi dijo...

El mérito que pueda tener esta entrada hay que atribuírselo a Superfucker, que copió este fragmento como comentario a una entrada anterior de La Pedantoteca.

Dicho esto, cabe preguntar al susodicho por el traductor al español, tan brillante como imaginativo: toda la primera frase es absolutamente de su invención. En fin, capta, eso seguro, el espíritu del texto ¿y no es eso lo importante? ¿o lo es una fidelidad absoluta al original? Difícil trabajo ése, y más ante sujetos como Joyce (Valverde calificó su Ulysses como "intraducible" en la introducción de su traducción)

Superfucker dijo...

Espero que el susodicho no sea yo...me esfuerzo en ser alguien sin ninguna autoridad a vuestros ojos para resolver vuestras abstrusas dudas. Ello no quita que tenga opinión al respecto...en mi opinión, la fidelidad absoluta al texto pasa por captar su espíritu cambiando expresiones que en su traducción literal se harían ininteligibles. O eso, o a pasar por el aro, si tan purista se es, y leer a los clásicos en su idioma original.

SirSer dijo...

Toda traducción se enfrenta, por un lado, a la literalidad, y por otro a captar, con mayor libertad, el estilo del autor. Debe ser enormemente difícil lograr el equilibrio. Creo que el traductor ideal habría de tener no sólo un excelente conocimiento del idioma original sino que también habría de estar familiarizado con la obra y la época en que fue escrita.

Lord Enzi dijo...

Estoy contigo, B. Cuando lees, por ejemplo, a Stendhal o Shakespeare traducido con conocimiento hay un "algo más" ahí que la simple literalidad, es el entender la obra y no sola vertirla a otro idioma.

Respecto a lo del traductor que comentaba, Superf, era sólo curiosidad por saber quién es. El libro al que pertenece el fragmento de la entrada es tuyo...