domingo, 26 de julio de 2009

Poema LXI del Canzoniere de Petrarca

Bendito sea el día, el mes, y el año,
y la estación, la hora, y el instante,
y el país, y el lugar donde fui preso
de los dos bellos ojos que me ataron;
-
y bendito el afán dulce primero
que al ser unido con Amor obtuve,
y el arco, y las saetas que me hirieron,
y las llagas que van hasta mi pecho.
-
Benditas cuantas voces esparciera
al pronunciar el nombre de mi dueño,
y el llanto, y los suspiros, y el deseo;
-
y sean benditos los escritos todos
con que fama le doy, y el pensar mío,
que pertenece a ella, y no a otra alguna.

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