jueves, 13 de agosto de 2009

El tiempo, juez implacable

Ya he comentado alguna vez que tengo por costumbre no leer a autores que aún se cuenten entre nosotros. Según algunos, me pierdo buenas lecturas por culpa de esta actitud, aunque hago excepciones, contadísimas, por ejemplo con García Márquez. Lo cierto es que no me puedo quejar, no leer al Larsson dichoso me ahorra un buen número de conversaciones insípidas, y, más importante todavía, soy yo el que elijo mis lecturas, y no el jurado del Planeta o la lista del día del libro.
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Tengo una razón poderosa que me justifica: el tiempo corre a favor de la calidad. Así, dejando que actúe, le llega a uno un filtro de lo publicado, una selección más allá de modas pasajeras y campañas promocionales, recomendaciones interesadas según la ley del quid pro quo, etc. Todo esto plantea un desafío: ¿cómo saber qué autores de hoy serán leídos en un par de siglos? Eso si es que en un par de siglos alguien leerá...

3 comentarios:

Circe dijo...

Yo tampoco quiero leer a Larsson pero todo el mundo habla de Larsson, hasta mi madre me habla de Larsson.
Pero yo sospecho que intentan vendernos una fórmula más violencia gratuita (ya me negué en su día a leer las chorradas psicopáticas de Breston Ellis), algo que detesto profundamente, disfrazada esta vez de feminismo superficial, un más que indigesto cóctel.
¿Deberíamos sucumbir antes de opinar o mantenernos firmes y esperar a que el tiempo ponga las cosas en su sitio?

Mira dijo...

Nose nose... no me convence el razonamiento... como puede ser que digas que no te parece bien leer de autores vivos pero si que lo haces... tu criterio no se yo si es el tiempo... yo diria que es otro... pero bueno cada uno tiene sus criterios alhora de escoger los libros que va a leer...
Q conste q yo el libro del larson no me lo leere, pero porque no me atrae ni me llama la atencion... lo mismo me pierdo algo pero lo dicho cada uno escoge segun su criterio...
Por cierto que acabo de enterarme que el tipo ese esta muerto !! jo !! ahora ya puedes leerte el libro...

Lord Enzi dijo...

¡Anda, es verdad! No había caído que he ido a coger de ejemplo al único autor de best-seller muerto que haya conocido. Bueno, ya se me entiende...

Circe, ¡resiste! sin duda la firmeza tiene su recompensa. Además, para opinar de cierto autores no hace falta leerlos, sólo con mirar alrededor es suficiente ¿no crees? Piensa en el tiempo que lleva leer esos tres tochos de Larsson y que puedes invertir en algo enriquecedor, aunque no sean otras lecturas.