jueves, 26 de mayo de 2011

Spleen, de Charles Baudelaire

Albergo más recuerdos que si tuviera siglos.
-
Un gran aparador lleno de facturas,
versos, cartas de amor, romances y procesos,
con pesados cabellos que envolvieran balances,
menos secretos guarda que mi aciago cerebro.
Es como una pirámide, como una inmensa cueva
que contiene más muertos que la fosa común.
-Yo soy un camposanto que aborrece la luna
donde, como pesares que arrastran los gusanos
que sin piedad se ceban con mis muertos más caros.
Soy un viejo boudoir lleno de ajadas rosas
en el que se entremezclan modas de un solo día;
lamentables pasteles y un Boucher desvaído
aspiran el aroma de un corrompido frasco.
-
Nada más insufrible que las rengas jornadas
en que, bajo los copos de nevadas eternas,
el tedio producido por el desinterés,
de la inmortalidad toma las proporciones.
- Desde ahora ya no eres, ¡oh viviente materia!
más que una mole pétrea rodeada de espanto
dormida en el confín de un Sáhara brumoso;
una ignorada esfinge del mundo indiferente,
olvidada en el mapa, y cuyo arisco humor
a los rayos del sol poniente sólo canta.

2 comentarios:

Lord Enzi dijo...

Otro poema del gran Baudelaire, éste de mi ajada edición de Alianza comprada en el 95 o así, traducción de Antonio Martínez Sarrión. Hay versiones más modernas, "mejores", pero ésta siempre conservará el aura de ser la primera que leí, y, por tanto, un poco la "de referencia" para mis flores favoritas.

Mira dijo...

me ha encantado !!