Horas y tardes y días y meses
y años
regurgitando excedentes
en seguras habitaciones no muy limpias.
Tardes y días, semanas,
y años,
en incierto movimiento
por exceso de espacio.
Y cómo hemos esperado,
por alguien de eternamente fuera,
que viniera a poner tan solo un cercado.
Horas y días, meses y años,
por algo que nos convierta
de nuevo en mendigos.
Y no obstante, lo sabemos
con ese saber rocoso, siendo como somos
hijos de la amorfa y tiránica costumbre:
no vendrá ladrón en la noche.
Horas y días, meses y años,
expuestos a la cálida intemperie
del significado.
Aleluya. Podremos siempre movernos a través de esta
insípida, fláccida, opaca, deseada, odiada, aludida,
excedentaria, plana, libre,
orgía del ser, que, avergonzadamente,
ha convertido todo lo que temíamos
en un posible amigo.
Aquí os dejo un poema mío del año de la catapún. A mi me gusta. No seáis muy crueles.
domingo, 2 de marzo de 2008
Orgía del ser
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3 comentarios:
A mi también me gusta...no sufras, en este blog no hay nadie con pelotas (ni con ovarios, va, que luego me dicen machista...) para ser crueles con este poema y argumentar con propiedad su crueldad. Me pregunto si alguien así puede existir en algún blog, sea cual sea...bueno, tú sí podrías.
Pues me parece que tienes muchos poemas mucho mejores... y no lo digo por pelotas, igual que tampoco lo puedo argumentar con propiedad.
En cualquier caso, algunos seguimos impactados por el primero que publicaste ¿error al ofrecer el primero el más brillante?
Releído años después, todavía me gusta más.
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