En Nejliúdov, como en todos los hombres, había dos naturalezas. Una la espiritual, que sólo buscaba para sí el bien que fuese bien para sus semejantes, y la otra la animal, que sólo buscaba el bien para sí y que en aras de este bien estaba dispuesta a sacrificar el bien del mundo entero.
Resurrección
L. N. Tolstoi
(le sigo los pasos a Lord Enzi...)
lunes, 18 de agosto de 2008
Otro principio de compensación...
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1 comentario:
Mucho (muchos) nos queda (quedan) por compensar, así que... ¡manos a la obra!
En el caso de Tolstoi, Superfucker le había hecho honores hace un tiempo con un fragmento conmovedor de "Guerra y paz". Pero, vaya, todo lo que pongamos no será suficiente.
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