martes, 7 de octubre de 2008

Rilke, gran poeta oscuro

¿Existe realmente el tiempo, el que destruye?
¿Cuándo, sobre la montaña dormida, despedazará al castillo?
A este corazón, que pertenece sin límite a los dioses,
¿cuándo el demiurgo lo violentará?
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¿Somos en verdad tan angustiosamente frágiles
como el destino nos quiere hacer creer?
¿Es la infancia, la profunda y promisoria,
-después- silenciosa en las raíces?
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Ay, el fantasma de lo transitorio
pasa a través de lo cándidamente receptivo,
como si fuera un humo.
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Sin embargo, frente a las fuerzas permanentes
valemos como lo que somos, como los errantes,
como un uso, una costrumbre de los dioses.
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Rainer Maria Rilke, Sonetos a Orfeo, XXVII

1 comentario:

Lord Enzi dijo...

Rilke no es un poeta fácil. Leer una edición que no esté (ampliamente) comentada lleva fácilmente a enfrentarse a unos poemas con imágenes sugerentes pero incomprensibles. Es cierto que ha habido infinidad de interpretaciones, pero más vale una de ellas que ninguna. Yo conozco las ediciones a cargo de José María Valverde (Lumen u Orbis), siempre tan subjetivo y parco de explicaciones, y de Otto Dörr (Visor), que dedica varias páginas a comentar cada poema. Ambas son bilingües, aunque la complejidad del lenguaje y que el original sea en alemán no ayuda. Debe ser una labor de traducción realmente complicada...

Pero leer los "Sonetos a Orfeo" o las anteriores y más conocidas "Elegías de Duino" (ambas acabadas en 1.922) compensa el esfuerzo. Leídas como un ciclo y conociendo la razón que las guía suponen una experiencia poética total, que no puede dejar indiferente a cualquiera que aprecie la Poesía.