martes, 16 de junio de 2009

Aristóteles, un maestro aburrido

Ya comenté hace algún tiempo que nuestro profesor favorito me había hecho una lista de obras fundamentales de filosofía, que ha de servirme para entrar (por la puerta grande) en esa disciplina que nadie, pobre víctima de sucesivos nefastos sistemas educativos, me enseñó.

Dicha lista, como no podía ser de otra manera, empieza con Platón y su República. Más allá de las ideas políticas que contenga la obra, no deja de ser una lectura placentera, fácil en el buen sentido de la palabra. Animado por esta experiencia, pasé al segundo autor de la lista con entusiasmo. Allí me esperaba Aristóteles, con dos obras fundamentales en nuestra historia: Física y Ética Eudemia. Pero el alumno se separa del maestro...

Leer a Aristóteles me ha hecho recordar las peores épocas de estudio, aquellas en las que pasas hoja tras hoja sin entusiasmo, casi mecánicamente. Seguro que influye en tan poca fluidez el que lo que nos ha llegado de Aristóteles no fue escrito pensando en su publicación, sino que más bien son apuntes tomados de sus clases en el Liceo. Y es que parece justo eso: apuntes de clases, nada de la literatura, del ritmo, de la pasión que destila Platón. Realmente su corpus se hace un hueso duro... Ahora entiendo porqué gustaba tanto al cristianismo medieval, donde todo estaba tan ordenado, tan cuadriculado.

En definitiva, e insisto que hablo desde un punto de vista puramente literario, sólo su Poética me parece digerible, a lo mejor porque precisamente por tratar de literatura nos da un respiro. Por lo demás, un maestro completo (trata de todos los temas) pero muy poco agradecido de leer. Y no se trata de que no lo haga fácil, nada peor que algo complicado que intenta ser explicado de forma sencilla (véase la divulgación), sino de que lo hace tan pesado que a uno le cuesta seguir. En fin, que todo requiere un esfuerzo, y si es del estagirita, más.

6 comentarios:

Joan dijo...

La pregunta que me sugiere tu comentario es: ¿debe el filósofo escribir bien? Hay una respuesta obvia, que es que todo el mundo debería escribir bien; pero esta respuesta esquiva la cuestión principal: ¿debe escribir especialmente bien? ¿Más bien que un científico o un hombre de leyes? La relación entre gran pensador y gran escritor no es ni de lejos simétrica; hay grandes escritores de naderías, y grandes pensadores de escritura retorcida.

Lord Enzi dijo...

Pasando por encima de que todos deberíamos escribir bien (y aquí definir "deberíamos" abre otra vía de debate), creo que sí, que un filósofo, o cualquier otro transmisor de conocimiento debe poner un empeño especial en trasladarlo con claridad. De otra forma, se pierde, con lo que no ha servido más que a corto plazo, sin beneficio alguno para generaciones futuras.
Entonces, la pregunta es obvia: ¿si Aristóteles es tan poco claro, por qué aún le consideramos tanto? La respuesta guarda relación con el tiempo en que creó su obra. Hoy día, no tendría sentido escribir como él lo hacía, y lo valoramos desde la perspectiva, desde el conocimiento de saber en qué circunstancias escribió su corpus, esto es, sin prácticamente conocimientos previos en algunas materias, sin tecnología de soporte, etc. En resumen, que leer su obra hoy resulta poco gratificante, pero que "no estuvo mal para su época" como dijo algún avezado estudiante de secundaria.
Sobre la última parte del comentario, totalmente de acuerdo: de nada se ha escrito más que de nada. Voy a entrar una frase del día que viene muy a cuento...

Joan dijo...

Si alguien piensa que "Aristóteles para su época no estaba mal", apaga y vámonos. Estamos hablando de filósofos, no de momias. Si alguien piensa que el único interés de Aristóteles consiste en un interés histórico, lo más probable es que no haya entendido su obra.

Lord Enzi dijo...

Supongo que "apaga y vámonos" es la calificación que recibió el alumno al que me refería...
Sobre la interés histórico de Aristóteles, no es el único que tiene, pero sí ayuda a entenderlo, y no al revés. Más aún, insisto, valorándolo sólo desde la perspectiva literaria.

Joan dijo...

Pero es que quizás la "perspectiva literaria" no es la mejor para acercarse a la filosofía ... Aproximarse a la filosofía desde la literatura es como aproximarse al teatro desde la escenografía; sin duda es importante, pero siempre se acaba perdiendo algo,,, el estilo, en el filósofo, es un regalo, una guinda, algo "de más", pero no es lo sustancial. En la literatura, casi podríamos decir que es todo lo contrario: el estilo lo es todo, y el tema, a veces, lo de menos,,,

Lord Enzi dijo...

Tienes mucha razón, pero este blog es de "alta literatura" y no de otra cosa.
Cuento con tu ayuda para el resto de aproximaciones...