sábado, 19 de enero de 2008

Extracto de "guerra y paz", de Liev Nikoláievich Tolstói

Sobresaltada, se asustó de sus pensamientos. Antes de bajar, se acercó al oratorio y fijando sus ojos en una gran imagen negra del Salvador, alumbrada por una lámpara, juntó las manos y se recogió así unos momentos. Una duda punzante atormentaba el alma de la princesa María. ¿Le estaba reservada la alegría del amor, del amor terreno hacia un hombre? En sus sueños sobre el matrimonio, la princesa María se había representado siempre la felicidad de la familia, de los hijos; pero su sueño principal, más íntimo, más grande, se refería al amor terreno. Ese sentimiento era tanto mayor y más vivo cuanto más trataba de ocultarlo a los demás o incluso a sí misma. "Dios mío, ¿cómo arrojar del corazón estos pensamientos del demonio? ¿Cómo alejarlos para siempre, para cumplir serenamente tu voluntad?" Y apenas hubo preguntado esto, le pareció que Dios contestaba en el fondo de su propio corazón: "No desees nada para ti, no busques nada, no te inquietes, no tengas envidia. El porvenir de los hombres y el tuyo propio deben serte desconocidos, pero vive siempre preparada para todo. Si Dios quiere probarte con los deberes del matrimonio, debes estar dispuesta a cumplir su voluntad". Con este pensamiento tranquilizador -pero también con la esperanza de su terreno sueño prohibido- la princesa María, suspirando, se persignó y salió de allí sin pensar más en el vestido ni en el peinado, ni en cómo se presentaría o en qué había de decir. ¿Qué podía importar todo ello en comparación con los designios de Dios, sin cuya voluntad no cae un solo cabello de la cabeza del hombre?

4 comentarios:

Superfucker dijo...

Leí en alguna parte que a Tolstói le concedieron una medalla por su arrojo en el campo de batalla, pero el día de la ceremonia en la que se le había de condecorar no se presentó por que estaba en medio de una partida de ajedrez tan absorbente que no quiso interrumpirla. Que cabrón más grande...

Supermanente dijo...

Ahora a echar un polvete, se le llama "una partida de ajedrez absorbente".

Lord Enzi dijo...

"Guerra y paz"... ¡no está mal para su época!.

Me viene al pelo, y es que para la sección de libros comentados estoy con Vida y destino, la llamada Guerra y paz del siglo XX. Explico con más detalle en cuanto acabe las 700 paginillas que me quedan.

Anónimo dijo...

"No está mal para su época"...pedazo de sobrao petulante,me voy a sentar en tu cabeza hueca después de haberme jalao una lata de fabada asturiana con doble de chorizo...mis gases tampoco estarán nada mal