miércoles, 14 de enero de 2009

Shakespeare en un fragmento que no podía faltar

Ser o no ser: ésta es la cuestión: si es más noble sufrir en el ánimo los tiros y flechazos de la insultante Fortuna, o alzarse en armas contra un mar de agitaciones, y, enfrentándose con ellas, acabarlas: morir, dormir, nada más, y, con un sueño, decir que acabamos el sufrimiento del corazón y los mil golpes naturales que son esencia de la carne. Ésa es una consumación piadosamente deseable: morir, dormir; dormir, quizá soñar: sí, ahí está el tropiezo, pues tiene que preocuparnos qué sueños podrán llegar en ese sueño de muerte, cuando nos hayamos desenredado de este embrollo mortal. Ésa es la consideración que da tan larga vida a la calamidad: pues ¿quién soportaría los latigazos y los insultos del tiempo, el agravio del opresor, la burla del orgulloso, los espasmos del amor despreciado, la tardanza de la justicia, la insolencia de los que mandan, y las patadas que recibe de los indignos el mérito paciente, si él mismo pudiera extender su documento liberatorio con un simple puñal? ¿Quién aguantaría cargas, gruñendo y sudando bajo una vida fatigosa, si no temiera algo después de la muerte, el país sin descubrir, de cuyos confines no vuelve ningún viajero, que desconcierta la voluntad, y nos hace soportar los males que tenemos mejor que volar a otros que no sabemos? Así, la conciencia nos hace cobardes a todos, y el colorido natural de la resolución queda debilitado por la pálida cobertura de la preocupación, y las empresas de gran profundidad y empuje desvían sus corrientes con esta consideración y pierden el nombre de acción... ¡Cállate ahora! ¿La hermosa Ofelia? Ninfa, que en tus oraciones sean recordados todos mis pecados.
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Hamlet, acto tercero, escena primera. (Traducción: José María Valverde)

5 comentarios:

Joan dijo...

A partir de este texto, se podría escribir una historia de la filosofía entera, tan solo comentándolo... En este texto está todo. La mitad de "Ser y tiempo" de Heidegger está anticipada en estas reflexiones sobre la muerte. Y no obstante, sigue siendo fuente acutal de polémica; el texto sigue estando VIVO, sigue interpelándonos: ¿sigue la muerte ejerciendo esa presión sobre los hombres de hoy? ¿Seguimos temiéndola? ¿No nos hemos fortificado suficiente ya contra ella? (todo el espectacular edificio de la medicina, el fascismo de la salud, la longevidad, como antesala de la inmortalidad, a través de la técnica) ¿O no es precisamente todo este arsenal que nos la aleja una prueba de que hoy, quizás hoy, la tememos más que nunca? ¿Evita hoy el temor a la muerte nuestra acción y nuestra preocupación mundana? ¿Tiene ella este poder, o esa pregunta ya no pinta nada, después de las "ciencias"? ¿No es nuestra fortificación contra la muerte señal de que ella está más presente que nunca, por muy invisible que parezca ser?.

Mira dijo...

Buena reflexión sobre la muerte...
Yo tengo la sensación de que el estilo de vida que se nos está inculcando desde niños es el de no pensar en ella para no preocuparnos y vivir la vida (o sea consumir de todo, hasta salud, juventud y longevidad...). Creemos que ya se ha resuelto el tema, pero en verdad se ha vuelto un tema tabú pese a que debemos de ver 1000000 de muertos en la tele a diario, se ha desnaturalizado... Y nuestra vida sin la muerte pierde casi todo su sentido.

Lord Enzi dijo...

Personalmente no he entendido nunca eso de que la muerte dé sentido a la vida. Entendería más que se dijera que el sentido lo da la descendencia o algún aspecto moral.
Sí, hemos perdido referencias de la muerte. La tememos como nunca, la vemos a diario como casi nunca y no aprehendemos nada de estas experiencias. Sigue ahí, terrorífica e inmutable...

Mira dijo...

No entiendes que la muerte de sentido a la vida ???? entonces por qué nos compramos coches con airbag, ABS, ESP y mandangas varias, vivimos en casas, vamos al medico, comemos, vigilamos que nuestros niños no tengan accidentes ni enfermedades, y un largo etc que ya os podeis imaginar...
Lord, medita sobre el tema, la mayoria de las decisiones que tomamos durante la vida son para eludir a la muerte.
A parte de eso, pensar a menudo sobre la muerte como una cosa natural que pasara tarde o temprano te da una manera especial de vivir la vida...

Superfucker dijo...

Lord, la descendencia sólo confiere sentido a la vida porque es una forma inconsciente de aplazar la muerte...al final lo cierto es que la inmensa mayoría de nosotros vivimos la vida como si la muerte nunca fuera a alcanzarnos. Hasta ese punto nos domina la idea del final.