sábado, 23 de febrero de 2008

Reseña 1ª parte

Después de que algunos me lo hayan pedido, voy a intentar algo casi imposible, que es presentar las líneas principales de mi libro, aunque sea para que aquellos que se lo han comprado encuentren en estas líneas una especie de "guía". En esta primera parte, resumiré sus intenciones.
Vivimos rodeados de toneladas de sentido escondido. Detrás de cada uno de nuestros actos más cotidianos hay siglos de historia. Cuando pedimos un café, lo pagamos, y nos sentamos a tomarlo mientras leemos el periódico, ha habido al menos media docena de actos que hemos realizado mecánicamente y el sentido de los cuales escapa (y debe escapar; debe ser así) a nuestra consciencia. Hay una cantidad muy considerable de pasos antes de que ese café pueda haber llegado hasta mi mesa: el que lo recogió, el que lo transportó, el que lo almacenó, el que me lo preparó, y yo que lo pago. Pero no siempre toda esa red estuvo montada esperando a que yo llegara a tomármelo. No siempre exisitió algo tan complejo como el dinero. Cuando, acabándome el café, echo un vistazo a mi reloj, para darme cuenta de que estoy haciendo tarde, también se trata de un acto anodino bajo el cual se esconden siglos de relaciones del hombre con el tiempo. Buena parte de la filosofía del siglo XX ha sostenido que toda esa red tan compleja de relaciones y de actos de sentido, que ahora resumiendo mucho podríamos llamar "civilización", se ha independizado del hombre y funciona como una enorme maquinaria, bajo la cual el hombre se halla sometido. Buena parte de la filosofía del siglo XX ha sido lo que (simplificando muchísimo) podríamos llamar "irracionalista", y ha criticado la deshumanización del hombre bajo la maquinaria que él mismo habría creado (mito del aprendiz de brujo). Un ejemplo de esta concepción sería la crítica de Heidegger a la técnica. Y me interesa el caso de Heidegger, porque Heidegger se basa en que la sustitución de la vivencia originaria del tiempo, según la cual habría unos ritmos naturales e integrados con el ser humano, por el tiempo abstracto del reloj, sería uno de los primeros casos en que el ser humano se pierde sepultado por sus propias creaciones. En el caso de Heidegger, esa crítica es importante porque él sostiene que el sentido del ser recae en el tiempo. Lo que algo es para nosotros, tiene que ver con cómo lo integramos a nuestra temporalidad, a nuestra vivencia del tiempo. El tiempo del reloj nos sitúa respecto a las cosas desde la vivencia del cálculo y el control. El tiempo del reloj sería una degradación del tiempo, basado en que nuestra relación con las cosas viene mediada por el cálculo y el control.
Yo me he propuesto llevar a cabo un diálogo con Heidegger partiendo de que lo primero que sería necesario, antes de emitir juicios contra la civilización, sería poder observar toda la cantidad de sentido escondido en el más nimio de nuestros actos cotidianos. Como por ejemplo orientarse en el tiempo. Orientarse en el tiempo no es ninguna obviedad. Lo que he propuesto es sacar a la luz el sentido escondido en un acto tan mecanizado y anodino como sostener la proposición: "Son las cuatro, llego tarde a casa". En una proposición tan anodina como ésa, se esconden sedimentados muchos siglos de trabajo humano y muchos otros actos dadores de sentido. Es necesario que la costumbre haga que ese sentido esté escondido; es necesario olvidar para poder seguir haciendo que la máquina funcione. Pero la fenomenología lo que se propone es sacar a la luz ese sentido escondido, a la espera de que, si somos capaces de observar que bajo cualquiera de nuestros actos más anodinos, hay toneladas de trabajo humano, toneladas de actos de los otros, mis compañeros en esta sociedad, seamos capaces de tener una valoración más positiva de todo aquello que la civilización nos permite día tras día.
La fenomenología es plenamente consciente de que esta civilización, que ella quiera cantar, es portadora de monstruosidades invisibles, de la maldad también cotidiana e invisible de los que permiten las desigualdades, etc, pero contempla estos males no como consustanciales a la civilización, y en todo caso, metodológicamente, mostrar el funcionamiento insospechado de las cosas, sus fundamentos últimos, debería contribuir también a una crítica de la sociedad que no se quede solo en un agradecimiento edificante. Agradecimiento que, dicho sea de paso, cada vez es más extraño y se manifiesta como más necesario.
El más flaco favor que se le pueda hacer a la filosofía es considerar que el sentido del agradecimiento está en contradicción con una concepción crítica de la sociedad. El agradecimiento de la fenomenología no tiene nada que ver con un agradecimiento ñoño destinado a tener sentimientos edificantes y que lo deje todo tal y como está. La fenomenología no se opone a la teoría crítica. Pero que cada día estemos de más mala leche y no seamos capaces de comprobar cómo lo más maravilloso vive cada día agazapado en el más insulso de nuestros actos, debería ser también objeto de crítica.
He intentado mostrar todas estas cuestiones respecto a la vivencia del tiempo medido, y a la contribución que este ha hecho a la humanidad.

(P.D1: Heidegger, como muchos otros filósofos "irracionalistas", acabaron sucumbiendo a la música del nazismo).
(P.D2: Otro día os comento más detenidamente la estrucutura del libro y estas cosas).

5 comentarios:

Superfucker dijo...

Gracias Juanito.

Lord Enzi dijo...

Sí, gracias, seguro que nos ayuda a algunos a navegar por el libro.

Entrando en el tema, en la introducción del mismo afirmas que el calendario es parte de la definición de una cultura, si lo he entendido correctamente. Entonces, ¿qué pasa hoy día, en que (casi) todos usamos el mismo calendario? ¿Tiene relación con la tan traída idea de mundo global, etc.?

Otra cosa, creo que hubo pueblos en el pasado que no medían el tiempo más allá del ciclo día-noche, especialmente nómadas de zonas donde verano-invierno no son muy distinguibles. Entonces, ¿cómo definiría su "ser" Heidegger? ¿Como incompleto, quizás? ¿Tiene esto relación con que les considere seres inferiores o algo así desde su prisma nazi?

¡Qué lujo poderle preguntar al autor!

Joan dijo...

El calendario es uno de los puntos fuertes de una civilización. Culturas distintas podemos compartir civilización; Francia, Inglaterra o España formamos parte de culturas distintas, pero compartimos unos mismos núcleos civilizatorios, y uno de ellos es el calendario. Lo que sostengo en el libro es que difícilmente personas que comparten civilización se orientarán con diferentes calendarios, mientras que personas de culturas distintas pueden compartir un mismo calendario (civilización), y esto es muy habitual. Respecto a lo que comentas de la globalización, el último país en aceptar la hora de Greenwich fue Arabia Saudí, en,,,, !1973!. No obstante, en su año, ellos siguen contado el tiempo desde la hégira, y ellos están culturalmente en el año mil cuatrocientos y pico de la hégira. Civilizaciones, según el libro de Huntington, no hay tantas, unas ocho a mucho estirar en todo el mundo, y dentro de ellas se engloban multitud de culturas. Por lo que respecta a esos pueblos nómadas, se basan en la medida lunar del tiempo, y en las sucesiones noche-día, con un horizonte muy estrecho del futuro. Y Heidegger es nazi anti-modernidad y reivindicación de un paganismo extraño, por tanto seguramente no sería un nazi en el sentido de despreciar lo primitivo, sino de volver a ello, es un crítico radical de la cultura como lo podría ser en un momento dado Freud o Nietzsche, que no son nazis pero conservan un elemento anti-progreso y antiracionalista muy arraigado.

david dijo...

JOAN, AQUI TE DEJO MI PEQUEÑA APORTACION AL TIEMPO.
LA LETRA GANA MAS CON MUSICA, PERO DE MOMENTO ESTO ES LO QUE HAY.
SI TENEMOS OCASION YA TE LA PASARE PARA QUE LA ESCUCHES.
UN FUERTE ABRAZO.

P.D.GRACIAS POR TUS ACLARACIONES SOBRE EL LIBRO, DAN UNA NUEVA PERSPECTIVA A LO QUE HABIA ENTENDIDO.

CRONOS

INEXORABLE COMO EL AIRE
QUE DESTILAN TUS PULMONES
LARGO Y ACIAGO EL CAMINO.

DESCRIBEN SUS AGUJAS
PINCHAZOS SIEMPRE ETERNOS
QUE ENVENENAN NUESTROS CUERPOS

OXIDANDO NUESTRAS MENTES
SIN SENTIDO NI RAZON
QUIEN PUEDE HUIR DE SUS LATIDOS

MARCAPASOS INCORRUPTIBLE
QUE DESTROZA EL CORAZON
CARRERA DE FONDO SIN FINAL

MONSTRUOSO LEVIATAN
IMPLACABLE ASESINO
CON SUS MANOS NOS AHOGARA

INTENTAMOS DESCRIBIR
CON UN CIRCULO SU NOMBRE
SIMPLIFICANDO SU INFINIDAD

SIEMPRE TE CONTROLA EL TIEMPO,
SIEMPRE TE CONTROLA EL TIEMPO,
SIEMPRE TE CONTROLA,…EL TIEMPO.

Joan dijo...

David graciaaaaas!!. Me tienes que pasar la música!!. La letra recuerda el cuadro de Saturno devorando a sus hijos, el tiempo matando a sus criaturas. Pero, ¿qué tipo de canción es?. !Pásame la canción cuando puedas!.