domingo, 20 de abril de 2008

Aproximación a la filosofía

Mañana hará un año desde que le pedí a nuestro querido Profesor que me hiciera una lista de lecturas filosóficas que, junto con el libro de texto de COU (qué tiempos) de nuestra Doctora científica me permitiera tener una formación básica en filosofía. La lista, cronológica, empieza con La república de Platón y la Física de Aristóteles. Ahí es nada, una explica la política y sus posibilidades y la otra el universo y su funcionamiento.

He de decir ante todo que ambas me han sorprendido, por razones muy diferentes: mientras La república lo ha hecho por su actualidad (ya lo habíamos comentado anteriormente), por ser hoy tan aplicable, la Física lo ha hecho por ser una obra científica (y no quiero entrar aquí en polémicas de áreas de conocimiento, simplemente sigo la terminología más al uso hoy) carente de método científico, algo que, desde mi perspectiva sesgada de hombre de ciencias (insisto...) del siglo XXI, cuesta de digerir.

Así, Aristóteles hace afirmaciones como que la Tierra es el centro del universo que siguen a la observación del entorno (sí, es innegable que parece que así sea, es empírico). Hasta aquí, bien, aunque el tiempo demostrara que se equivoca - de eso se trata la ciencia, evolución constante. Lo que me sorprende es otro orden de afirmaciones, que no se corresponden con lo observado. El ejemplo más conocido es de la flecha. Aristóteles niega las fuerzas de impulso, afirmando que una fuerza acompaña, sostiene a la flecha durante su trayectoria. El problema aquí no es que esté equivocado, como he indicado antes, sino que contradiga la observación, y es que, y es una pregunta clásica, ¿qué hace entonces que caiga la flecha? Newton dará la respuesta, pero hay que esperar 2.000 años.

En definitiva, la lectura de estas obras me han sugerido una serie de preguntas:
- ¿es aplicable hoy la filosofía antigua pero no la ciencia?
- Si es así, ¿la razón es que ha habido una evolución científica pero no una filosófica (al menos en algunas cuestiones)? ¿O es por falta de una herramienta objetiva como las matemáticas?
- ¿Se puede afirmar que la ciencia ha respondido mejor a sus preguntas? Quiero decir, la medicina cura más gente, la física explica mejor cómo funciona el cosmos. La política sigue satisfaciendo tan poco como antes...

Surgen muchas dudas, algunas espero me las resuelvan próximas obras de la lista...

3 comentarios:

Joan dijo...

Todas las cuestiones que plantean merecerían un libro entero,,, las dejas caer como si nada, en su aparente ligereza, pero están cargadísimas y no se pueden responder de manera simple, es imposible. Vayamos por partes:

Primero: Por eso que pasas de puntillas (las "áreas del conocimiento") no te puedes escapar tan rápido, como si la cosa fuera secundaria. NO hay "áreas del conocimiento" en el mundo antiguo, en el snetido que les damos ahora. Hay conocimiento práctico (tekhné), hay conocimiento teórico (y ahí está todo, pero la base es la filosofía primera) y hay conocimiento moral (proaíresis). No tiene ningún sentido hablar de ciencia como opuesta a otra cosa (como que algo usara método y lo otro no), porque también la filosofía primera tiene método (al método Aristóteles hace considerables aportaciones).
Segundo: El mismo motivo empírico (según tu) por el cual Aristóteles sitúa la tierra en el centro es el que explica el movimiento de la flecha, porque ambos fenómenos están vinculados. La teoría del movimiento de Aristóteles está basada en la teoría del lugar natural, que es una teoría sobre regiones del cosmos. La flecha cae porque su lugar natural es el centro de la tierra, y tiende a bajar. La flecha es un objeto material en la región sublunar (todos los cuerpos de la luna hacia abajo), mientras que los cuerpos en la región supralunar siguen un movimiento circular uniforme. El gran problema de Aristóteles es la gran regionalización a la que somete al universo: las leyes que explican el movimiento de los cuerpos en una parete del cosmos (la sublunar) no son las mismas que las que explican el movimiento de los cuerpos en otras partes (la supralunar). La filosofía natural (no la ciencia, que eso ni existe) tenderá (después del enorme paréntesis de la edad media, que en el fondo no es tan paréntesis, pero eso nos llevaría muy lejos) a UNIFICAR el mundo natural, con leyes que sirvan para todos los rincones del universo.
tercera: el problema de tus planteamientos es que no tienes en cuenta que la noción de progreso (tú dices evolución) de filosofía y la de la ciencia no tiene nada que ver. La ciencia no es otra cosa que un producto resultante de la meditación filosófica, y por tanto es un progreso de la filosofía. Como progreso espectacular, se independiza, e independizado, instaura una nueva noción de progreso basada en los resultados y en cierta concepción de la naturaleza y del conocimiento. A partir de ahí, surge el progreso científico. Esto tiene lugar hacia el siglo XVIII. Creo que l.o expliqué algún otro día: se puede progresar a costa de dejar muchas cosas fuera. Pero el progreso del conocimiento científico es algo hoy en día indudable, como progreso de resultados.
Por otro lado, el progreso de la filosofia lo es de las CUESTIONES. la ciencia es fruto del progreso de las cuestiones filosóficas. Y evidentemente, el ser humano político no se puede tratar de la misma manera que las partículas (en cierto sentido, la ciencia política -y son ellos los que gustan llamarse así- es mucho más difícil que la física, pues su objeto es mucho más complejo). ¿Hay progreso en la ciencia política?. Yo creo quye sí, pero es progreso de sus cuestiones, y mucho menor en sus resultados, porque los sotemas tratados son muchísmos más complejos que los sistemas de las ciencias naturales, y se las tienen que ver con objetos (como la libertad humana) frente a los cuales cualquier científico sensato se da media vuelta, pero nosotros, como seres humanos vivientes, no podemos hacerlo.

Lord Enzi dijo...

Soy consciente que las cuestiones que planteo son todo menos triviales. Sencillamente quería compartir algunas de las más punzantes de las que me han surgido con las lecturas. Por otro lado, no espero que se respondan de manera simple... quizá ni siquiera que se respondan.

Como siempre, tu comentario nos acerca a la verdad, aunque, en este caso, siguiendo con lo que he apuntado arriba, he de decir que no creo que respondiendo a las cuestiones que lancé. Pero, como dices, vayamos por partes.

Primero: el asunto de las "áreas de conocimiento" (dudo hasta de lo adecuado del término) lo explicas perfectamente, y si bien ya tenía claro que en la antigüedad estas separaciones artificiales ni existían, también tengo claro que hoy nos facilitan el entendimiento. Otra cosa es que sean vergonzosas, y que provoquen que haya sujetos (yo mismo) a los que nadie les ha explicado nunca Platón o Descartes. Total, que aun a riesgo de ser poco preciso, las uso por comodidad, y porque su diferencia no es, directamente, el problema que planteo, aunque esté directamente relacionada.

Segundo: Creo que has trasladado el problema. Es evidente que Aristóteles explica el caso de la flecha, como el universo y como tantos otros de toda escala. La cuestión no es si tiene razón o no, sino cómo llega a esas conclusiones. No es por observación y comprobación, con lo que proceden de su mente. Y eso es lo que me sorprende desde mi perspectiva de científico ignorante de filosofía que vive en el siglo XXI. Me sucede algo parecido con la parte final de La república de Platón, donde explica que hay un cielo donde van las almas, etc. ¿Cómo puede un libro tan "racional", tan argumentado hasta ese punto, concluir así? Sólo constato, insisto, que me parece sorprendente que escriban algo así con tanta certeza como al argumentar los problemas de la democracia, por seguir con el ejemplo platónico. En resumen, históricamente situado se entiende, pero no puedo dejar de preguntarme si la gente al escucharles no decía "¿y eso cómo lo sabe?".

Tercero: Ya he oído antes que la filosofía se basa en cuestionar más que de responder, aspecto en que la ciencia moderna se ha especializado. No dudo que ha habido progreso en esto: hay cuestiones hoy para el Hombre que los griegos no soñaban. Pero aun así... ¿no son las principales preguntas las mismas que entonces? ¿y no estamos igual de lejos de las respuestas? El mérito está en enfrentarse a las cuestiones mayores, pero no sirve de mucho una vez establecidas. Apelar a la utilidad no es el camino, pero la Humanidad merece alguna respuesta... es la curiosidad la que nos lleva a cuestionar, y se merece alguna recompensa, aunque no sea completa.

Sin querer, te doy la razón con estos intercambios: nunca nos responderemos, pero siempre creceremos con ellos.

Joan dijo...

Respecto a la primera parte:

Las divisiones del conocimiento son imprescindibles para ordenar, y ya está. Si no estuvieran, no podríamos descubrir que son falsas. Son herramientas, están hechas para subvertirlas y poder comprobar su pura funcionalidad. Uno se traga que en el mundo hay unos saberes que proceden así y otros que proceden asá, hasta que se da cuenta que la realidad es una, y el conocimiento es uno, y se dedica a disolver esos límites.
Segunda cuestión:
te falta lo que en filosofía llamamos "distancia hermenéutica". Es el principio de caridad del intérprete. Si vengo con toda mi carga, y no la dejo aparcada fuera cuando empiezo a leer, todos los hombres del pasado me parecerán lerdos. Debo presuponer que la gente que leo no es bárbara. Cuando aplicas ese principio hermenéutico, se te descubren muchas cosas nuevas. Lo que llamas "observación y comprobación" es un producto mucho más histórico de lo que crees. No es simplemente "mirar", porque de simplemente "mirar" lo que hay no se sigue nada científico. Ese simple "mirar" es en la ciencia hiper-selectivo con la realidad, y hace una tarea de desbrozamiento de la realidad muy considerable. Ya la separación entre "hechos brutos" y "teoría" es un producto de un desarrollo histórico. Si partes de ahí, no ya Platón ni Aristóteles, sino que difícilmente puedas leer un texto de antes del siglo XVII. Nunca hay tan solo "lo que hay", y el científico, qué listo él, liberado de toda la carga ideológica y neutralizado, vendría a mostrarnos. El científico lleva a cabo un mirar "activo", que desbroza la realidad, y desbrozando lleva a cabo una visión del mundo muy determinada. Con esta visión del mundo no podemos echarnos a leer los textos de la antigüedad.
Tercero: Estoy de acuerdo contigo, la utilidad no puede ser ningún criterio, porque eso no es ciencia, es técnica. Por lo cual nos merecemos alguna respuesta. Pero yo creo que no es cierto que en la filosofía no haya progreso: las cuestiones progresan. NO en el sentido en que estás pensando, que está lastrado por la idea de progreso científico, pero en filosofía hay progreso. Esto es una cuestión controvertida, pero que yo creo verdaderamente. El pensamiento político de Hobbes no se plantea las cuestiones del de Aristóteles. La separación de poderes de Montesquieu es fruto de la reflexión filosófica del pensamiento pólítico, y es un avance respecto a la teología política medieval de Santo Tomás de Aquino. En fin, pondría muchos más ejemplos, pero no acabaríamos nunca. Para comprender en qué sentido hay progreso filosófico, debemos deshacernos de la noción de progreso científico, y de pensar que la filosofía progresa en el mismo sentido.
Y por último: Tu última frase es demoledora, y no puedo hacer otra cosa que darte toda la razón.